La globalización e internet

Con la finalización de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la URSS buscaron universalizar los sistemas políticos y económicos que defendía cada uno. Esa batalla se mantuvo hasta finales del siglo XX, cuando se hizo evidente la caída del comunismo. Ese período de medio siglo fue, a la vez, una transición hacia una nueva etapa, la de la globalización. El capitalismo logró imponerse en prácticamente todo el mundo, unificando culturas que parecían no tener nada en común.

Las economías nacionales y regionales se encuentran cada vez más integradas entre sí, sobre todo, si analizamos los grandes bloques económicos. Esto tiene consecuencias políticas, culturales, sociales, militares y tecnológicas, ya que los líderes mundiales deben replantearse nuevos modos de gobernar, muchas veces contrarios a las formas tradicionales a las que pueden estar acostumbrados.

La globalización es un gran tema de conflicto y discusión. Algunos la defienden debido a que con ella se pueden instalar progresivamente, en todo el mundo, ciertos consensos con respecto a los derechos universales como la democracia, la igualdad de género, la prohibición del trabajo infantil, la educación obligatoria, la libertad religiosa, etcétera. Por otra parte, muchos grupos de personas se oponen ya que consideran que los valores que se difunden no son universales, sino propios de la cultura del capitalismo que buscan imponer los grupos dominantes al resto del mundo.

Una de las consecuencias más importantes de la globalización es el surgimiento de Internet, que, a la vez, es uno de sus principales motores del desarrollo en al actualidad. Internet es un acceso abierto e ilimitado a todo tipo de contenidos, lo que pone en discusión tanto conceptos de libertad de expresión, como de regulación de contenidos. El desafío es que los usuarios que acceden a las redes desarrollen su juicio crítico frente a toda información para poder valorarla adecuadamente.

Internet es una herramienta fundamental del siglo XXI, pero no la única, ni la más importante. Esto es válido para los ámbitos de estudio, las relaciones sociales, el trabajo o la comunicación. Cuando se navega por la Web hay que tener presente que lo que allí se ve y se lee fue escrito por alguien, atravesado por intereses, ideologías, conveniencias, malestares, deseos, etcétera.

Es fundamental entender que, aun viviendo dentro de un sistema globalizado, la subjetividad, la propia identidad y la opinión personal son aspectos que debemos cuidar. Poner en permanente cuestionamiento lo que leemos, vemos y escuchamos es la mejor forma de acceder a e este universo virtual.

La globalización es un proceso económico, político, social y cultural, facilitado por la evolución de las tecnologías, que determina una interrelación e interdependencia permanente entre los países.