El segundo gobierno de Hipólito Yrigoyen se interrumpió abruptamente, tanto debido a las condiciones del sistema internacional como por los conflictos dentro del territorio nacional. Un golpe cívico-militar, encabezado por el Gral. José Félix Uriburu, tomó el poder por la fuerza e instaló una dictadura, asumiendo él mismo como presidente de facto. Esta fue la primera de una serie de cruentas dictaduras que atentaron contra la continuidad democrática hasta 1983.
Pero el año 1930 marcó un tiempo de ruptura en varios aspectos. La crisis mundial obligó a iniciar cambios en el rumbo económico del país, que hasta ese momento se había organizado en torno a la agroexportación y al vínculo de la Argentina con el mercado mundial. El 6 de septiembre, se concretó el golpe y la destitución de un gobierno elegido por el pueblo de acuerdo con la Constitución y las leyes vigentes en esa época.
Pero además, el golpe tuvo el apoyo de algunos sectores de la sociedad, es decir, de civiles, como algunos partidos políticos, una parte de la prensa, y un gran grupo de los estudiantes universitarios. Por eso se dice que fue un golpe cívico-militar, el primero de una serie que se sucederían a lo largo del siglo XX.
Uriburu, al igual que un conjunto de hombres de su época, creían que las formas democráticas habían fracasado y sostenían que el voto debía restringirse solamente a algunas personas, no a toda la sociedad; que debía ser solo para individuos “calificados”. Esas personas debían ser aquellas que (según su propio criterio) estaban mejor preparadas; en su opinión, los que tenían buena posición económica y prestigio social. Además, sostenían que era conveniente que la representación fuera por sectores, por ejemplo, el sector agrario, el sector empresarial, y no como lo establecía la Constitución nacional, es decir, por ciudadano.
Esta situación de atropello a la democracia, restringiendo de este modo la participación que se había logrado a partir de la instauración de la Ley Sáenz Peña, que se llevó a cabo por primera vez en 1930, inició un panorama de democracias inestables con dictaduras que se repetirían progresivamente. De esta forma, durante gran parte del siglo XX, la historia política de la Argentina se caracterizó por la alternancia entre gobiernos democráticos y gobiernos autoritarios, que debilitaron las instituciones republicanas.
Tapa del diario Crítica durante el golpe de 1930.
1. ¿Qué es un un golpe cívico-militar? ¿Y un gobierno de facto? ¿Cómo se vinculan los dos conceptos?
2. ¿Por qué podemos decir que el gobierno de Uriburu fue antidemocrático?
3. Observá la tapa del diario Crítica. ¿Cuál es la posición de este periódico con respecto al gobierno de facto? ¿Pensás que los diarios y otros medios de comunicación inciden en la opinión de los ciudadanos?
Si necesitás entregar esta actividad como tarea, sacá una captura de pantalla y enviásela a tu docente.
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