La organización espacial del feudo
El feudo era un territorio privado donde se materializan las diferencias entre una clase propietaria de los medios de producción (especialmente, la tierra), representada por una minoría de señores, y otra, una mayoría sometida de campesinos, cuya única alternativa de subsistencia era el trabajo.
El castillo del señor generalmente se construía en un lugar elevado o de difícil acceso, por razones de seguridad ante los ataques, las invasiones y las rebeliones de los campesinos. Era un recinto amplio, amurallado, con torres de vigilancia unidas por un camino de ronda, rodeado por una fosa donde se arrojaban los desperdicios y aguas servidas. Dentro de las murallas, en el núcleo central, se encontraba la torre de homenaje, la plaza de armas, una o varias capillas, la vivienda principal del señor y de su séquito, almacenes y depósitos, hornos, caballerizas y herrerías. Los castillos fueron la obra arquitectónica propia del feudalismo, y representaban el poder y prestigio de la nobleza.
La reserva correspondía a las tierras de uso exclusivo del señor. Allí trabajaban, en condiciones de explotación, los siervos de la gleba. Los frutos de ese trabajo, fueran productos agrícolas, ganaderos o de otro tipo, eran apropiados por el dueño del feudo. Los campesinos pagaban rentas en trabajo realizando diferentes tipos de tareas: desmalezaban los campos, roturaban, cultivaban, cosechaban, almacenaban los granos, pastoreaban el ganado, recolectaban leña. Los bosques del señor eran de uso y acceso exclusivo. Los campesinos tenían prohibido cazar, alimentar animales y recoger leña; se trataba de la parte boscosa más densa del dominio. Cuando se instituyó la caballería, en estos bosques, se realizaban los torneos de caza como diversión de la nobleza feudal. Sobre ríos y arroyos, se construyeron molinos que funcionaban con la fuerza de la corriente de agua y se utilizaban para moler la cosecha de granos (cereales) de la reserva. En el caso de que los campesinos quisieran usar esta tecnología, debían pagar al señor con parte de la harina obtenida. En las zonas donde se difundieron los viñedos, también existían construcciones para la fabricación de vino, que se conocieron con el nombre de lagar.
La aldea tenía sus propias autoridades, representadas por un consejo de ancianos que se encargaba de hacer respetar las costumbres, y organizar la roturación y el cultivo en los campos; también tenía la responsabilidad de distribuir equitativamente las tierras y la cosecha entre las familias. La iglesia o capilla, junto a la plaza pública, se ubicaba en el centro de la aldea; allí se celebraban las fiestas patronales y ferias regionales a las que concurrían los comerciantes. Los mansos, o campos abiertos, comprendían aquellas tierras de uso comunitario que rodeaban a la aldea, donde los campesinos trabajaban diariamente de manera colectiva (niños y adultos, mujeres y hombres), cuya producción se destinaba a satisfacer las necesidades cotidianas, al almacenamiento de semillas para el año próximo, como así también, para pagar los tributos al señor local. El uso del suelo se destinaba al cultivo de cereales, especialmente trigo, empleando herramientas precarias, hechas de madera, y la fuerza de tiro de bueyes.
Campesinos segando. Ilustración del siglo XIV.
1. ¿Cómo era el control del suelo y el trabajo campesino en las reservas del señor?
2. Explicá la importancia de la organización colectiva del trabajo en la aldea campesina.
3. ¿Qué opinás de la organización del espacio feudal?
Si necesitás entregar esta actividad como tarea, sacá una captura de pantalla y enviásela a tu docente.
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