La población es el conjunto de personas que habitan en un territorio determinado:
un país,
una provincia o una ciudad. Cuando se estudia la población, se busca
analizar los comportamientos y las características que puedan medirse.
Por ejemplo: ¿Cuántas mujeres y cuántos varones viven en una ciudad?
¿Hay muchos jóvenes o muchos ancianos?¿Qué nivel educativo tienen esas
personas?
Conocer estos datos es muy útil para tomar decisiones. El gobierno de
un país necesita saber cuántos niños viven en distintas zonas, para planificar
una campaña de vacunación, o conocer el nivel educativo de esa población,
para decidir si hacen falta más escuelas primarias, de nivel medio o universidades.
En una ciudad, es fundamental saber cuáles son los barrios donde se concentra
más población, para organizar el sistema de transporte.
Las empresas también usan datos sobre la población para definir dónde
instalan sus negocios. Por ejemplo, una cadena de comidas rápidas preferirá
un barrio en el que abunden los niños y los jóvenes a otro en el que
predominen las personas mayores.
En todos los países, existen oficinas del Estado que se ocupan de producir
información demográfica, es decir, de recolectar, ordenar y publicar datos
cuantitativos sobre la población.
Hay acuerdos internacionales que sugieren
que todos los países deben realizar un censo de población cada diez años.
El día del censo, las personas encargadas de realizarlo recorren todas las
viviendas del país para completar un cuestionario que incluye muchas preguntas
sobre la población, sus actividades y las condiciones en las que viven.
¿Por qué se estudia la población?