—¡Buen año nuevo! ¡Que el Cielo los colme de bendiciones! —grita el rey
entusiasmado, y todas las cabezas se elevan hacia el inalcanzable azul salpicado de nubecitas, esperando inútilmente que caiga siquiera alguna de tales
bendiciones…
—¡El año verde serán todos felices! ¡Se los prometo! —agrega el Rey antes de desaparecer hasta el primero de enero siguiente.
—El año verde… —repiten por lo bajo los habitantes de ese pueblo antes de regresar hacia sus casas—. El año verde…