Audiocuento: Los cinco minutos de Nico

Cuando Nico está quieto, con los ojos bien abiertos y sonriendo, seguro que está pensando en una nueva travesura. Nico es un excelente artista plástico. Un gran pintor. Hace unos dibujos buenísimos.
Le gusta expresarse libremente con lápices de colores, témperas y crayones.
Por eso, elige su marcador preferido para decorar las paredes de su casa.
A Nico le gusta comer golosinas. A veces revisa los cajones de los muebles
que hay en su casa. Cuando descubre el lugar donde la mamá guarda los
bombones, los caramelos, chocolates, chupetines y turrones,
se sienta en un rincón a saborear todo lo que encontró. Mmm. ¡Qué rico!

Nico es un gran músico. Sí. ¡La música le encanta!
Cada vez que puede, toca todo tipo de instrumentos musicales.
También canta y baila diferentes ritmos.
Cuando su hermanito duerme la siesta, Nico saca todas los cacharros y cucharas
que hay en la cocina. Se sienta en el suelo, acomoda los utensilios como
si fueran una batería, cierra los ojos, se concentra y empieza a tocar.
¡Comienza la orquesta!

A Nico le gusta hacer experimentos. Uno de los lugares
que elige para esto es el baño. Mientras se baña, puede vaciar un envase de
champú dentro de la bañera. Hacer mucha, pero mucha espuma hasta dejar
el piso todo blanco. A veces, saca el talco de un armario, se pone
un poco en sus pies y sale a caminar descalzo por la casa para observar sus huellas...
Hace poco, quiso resolver una gran duda. Sacó el rollo de papel higiénico
y comenzó a desenrollarlo por toda la casa mientras se preguntaba: “¿Cuánto papel hay en un rollo?”.

Nico es muy colaborador. Elige solo la ropa que se quiere poner. Aunque para buscar las medias
y las zapatillas saca todas las cosas del placar.
Suele servirse solo la soda durante las comidas,
pero a veces aprieta demasiado fuerte el sifón.
Intenta arreglar muchas cosas que en su casa ya no funcionan.
Una radio, un reloj de su tatarabuelo, un exprimidor eléctrico.
Para hacerlo, siempre tiene a mano un martillo
y un destornillador.

Pero a Nico, le gusta
siempre tomarse un tiempo
para pensar qué cosa nueva puede hacer...
Se queda quieto en un rincón, abre bien los ojos
y se sonríe… Hasta que de repente algo se le ocurre.
Ahora, está pintando con una esponja a su perro Batata.
Quiere que sea un perro dálmata.


Judit Zelener